Hacer de la necesidad virtud ha sido un lema para muchos en pandemia, pero si algún cantante lo ha aplicado a rajatabla ha sido Pablo López, que el 28 de diciembre despedirá en Barcelona una gira que, tras adaptarla a las circunstancias, le ha convertido en el artista español que más entradas ha vendido.
"Esta gira me ha dado muchas alegrías y ha sido sanadora", ha dicho el artista en una entrevista con Efe antes de cerrar "Mayday & Stay Tour" en Barcelona, ciudad donde ya presentó este espectáculo durante siete días consecutivos en el Teatro Coliseum.
Ahora vuelve para despedirse en formato grande en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en un concierto que algunos temían que se suspendiera ante la virulencia de la sexta ola, pero que finalmente se celebrará con el público sentado, mascarilla, pasaporte covid y sin servicio de restauración.
Adaptarse a las circunstancias ha sido la máxima de esta gira, que empezó en el aciago 2020 bajo el nombre de "Unikornio", como su último disco, y que, tras anularse, se transformó en un tour de formato más íntimo titulado "Mayday & Stay", en referencia al código de emergencia (mayday) y a la convicción de que la solución es resistir (stay).
"Una de las ventajas de esta gira ha sido poder actuar en espacios pequeños y verle la cara a todos los espectadores -ha asegurado López-, pero también es verdad que me siguen encantando los conciertos grandes y ha sido maravilloso poder cerrar con el concierto del otro día en el WiZink de Madrid y el próximo del Sant Jordi".
El malagueño siente "que en los conciertos hay amor y una comunión sanadora" que él cuida con esmero porque, según afirma, "todos necesitamos el abrazo, yo el primero, y si no lo puedo dar físicamente lo doy en una canción". "Yo quiero enamorarme todos los días. La adrenalina, la dopamina y el amor absoluto son drogas insuperables y los conciertos dan todo eso", ha añadido.
En su opinión, "la única manera de acercarse a los hombres y a las mujeres es siendo hombre o mujer", por eso Pablo López busca siempre poner al descubierto sus virtudes y flaquezas en discos íntimos como "Unikornio, once millones de versos después de ti", que es "el más introspectivo de todos, pero también el que más rápidamente ha llegado a la gente" porque "todos nos enfrentamos al mismo difícil reto de entendernos y aceptarnos a nosotros mismos".
Los miles de abrazos musicales que Pablo López ha logrado dar en plena pandemia desde el escenario le han sido reconocidos con el Premio Ondas al fenómeno musical del año, que recogió recientemente en Barcelona.
"Fenómeno musical, suena extraño pero me encanta", ha señalado el malagueño, consciente de que los premios le abren la puerta a nuevos públicos y le facilitan su eterna "búsqueda de conexión".
Con cada espectador que suma a su causa, Pablo López gana también en fama y presencia en los medios, algo que asegura llevar bien porque tiene amigos a su alrededor que le ayudan a "mantener el equilibrio en este funambulismo".
"La gente y la prensa me respeta y me siento parte de un juego en el que no he sido herido", ha agregado. Un juego en el que Pablo López acaba una partida el próximo martes, 28 de diciembre, pero en el que pronto empezará otra, porque tiene un proyecto para 2022 que le hace especial ilusión: un disco para su gran ídolo Raphael.
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