En “Amor A La Deriva” DELACUEVA canta sobre esas relaciones llenas de idas y venidas, cambios de dirección y una incertidumbre constante que se retro-alimenta dentro de la propia duda. Canta sobre esa difusa línea que separa, por un lado, el amor equilibrado y sano de, por otro lado, la histeria vertiginosa y la explosión que derivan en posesión y dependencia.
Un amor a la deriva es aquel que avanza sin dirección fija, que va encarando allá donde sopla el viento. Como una embarcación a la deriva, que pierde su autonomía y se ve arrastrada a la voluntad de la corriente, el amor puede alejarse también de la senda del raciocinio y encontrarse en medio de una tormenta de histeria y falta de control que inevitablemente le condenará al naufragio.
DELACUEVA continúa afianzando ese pop de guitarras gracias al productor Noel Campillo. Su objetivo fue trasladar la contundencia de las letras y melodías de DELACUEVA, compuestas a guitarra y voz, a un plano full band dando peso a las baterías, muros de guitarras y a los juegos vocales. El equipo lo han terminado de formar Jorge Portillo (guitarras), Carlos Montull (bajo) y Dani Katena (batería), junto con el ingeniero de mastering Victor García, de Ultramarinos Mastering.
La adaptación audiovisual corre de la mano de la productora Vanilla Bloom. El videoclip cuenta con dos tipos de ubicaciones muy diferenciadas. Por un lado, el escenario rural representa lo bucólico del amor a la vez que el aislamiento en ese bucle sin salida del que habla la canción, sintiéndose perdido y alejado de la ciudad, del núcleo urbano y de la socialización con otras personas. Por otro lado, el escenario lavacoches con el agua agresiva que golpea representa el concepto de “a la deriva” jugando con la imagen de un barco naufragando. Además ¿para qué ocultarlo? a DELACUEVA le encantó la idea de meterse en un lavacoches y que le dieran caña con una manguera de agua a presión.
REFERENCIAS A SUS REFERENTES: ARCTIC MONKEYS Y JULIO CORTÁZAR
Así como en el inicio de la canción se plantea la incertidumbre, en la segunda estrofa se nos traslada a un plano en el que, superada toda duda, ya se está metido de lleno en la deriva. De esta forma, como todo es subjetivo en esta vida, viviéndolo desde dentro se es capaz de justificar, defender e incluso ansiar que te arrolle porque lo percibes como un sentimiento bello y romántico - no voy a fingir que no sabes que / contigo comprendí lo que quieren decir / las letras del Tranquility Base Hotel & Casino -.
Aparece así la referencia al sexto disco de los Arctic Monkeys, caracterizado por sus letras especialmente enrevesadas. El zaragozano, auto-declarado fan incondicional del compositor Alex Turner, viene a decirnos aquí que, atrapado en esta espiral, paradójicamente uno logra entender las cosas más complejas y encriptadas del universo, es decir, los sentimientos y el amor.
Los versos - y viviremos felices hasta que la / sanción de la realidad / venga a robarnos la risa y la vitalidad - están inspirados y adaptados de unas frases de Julio Cortázar, en su cuento ‘Estación de la mano’ donde dice - y vivimos así, por un tiempo que no podría contar, hasta que la sanción de lo real vino a incidir en mi flaqueza -. DELACUEVA viene a decir que, e intuye que Cortazar pretendía decir lo mismo, la felicidad dura lo que dura la burbuja de la magia y que se termina en el momento en el que la realidad se abre paso sancionando con su presencia.
No es la primera vez que el compositor hace referencias a cultura pop, cine y literatura que le ha acompañado en su desarrollo personal. En su anterior single, ‘Cuando Más Te Necesitaba’ juega con la letra y el riff de la banda sonora de la serie de animación Digimon.
No hay comentarios
Publicar un comentario